Temuco



Temuco, a pesar que es un personaje secundario dentro de la novela, juega un rol importante dentro de MHP, ya que se transforma en el escenario principal donde se desarrolla la historia, realizando una participación relativamente silenciosa y que pasa algo desapercibida.

La capital de la Araucanía que aparece en la novela, es una ciudad que ya no existe, con lugares similares a los que recorremos en la actualidad, pero que en aquellos años poseían otras luces, otras personas y otros aromas. Es una ciudad un poco más amigable, más compacta y  más inocente, la cual era facil de transitar para nuestros personajes y que de una u otra forma se convertiría en un lugar atractivo para ellos.

Temuco en aquellos años, no poseía el movimiento comercial, cultural y social que vivimos en nuestros días. Temuco era una ciudad más sencilla, pequeña y pujante, la cual la novela trata de homenajear y de recordar a medida que avanza el relato. Por supuesto que habrá lugares que no se mencionarán o calles que no se recordaran, pero la esencia de aquella emergente metrópolis, se busca representar de forma que las imágenes y recuerdos de aquellos años, regresen para remecer nuestros corazones.

Campos Deportivos

Nuestra historia se desarrolla específicamente en uno de los barrios más tradicionales de la capital de la Araucanía, ubicado en la zona norponiente de la ciudad. El cerro Ñielol le observa silenciosamente desde el norte y el canal Gibbs le atraviesa de extremo a extremo por el lado sur, acompañado de un hermoso parque ribereño. Un sector que antaño fuera utilizado por los habitantes de la ciudad para realizar actividades deportivas, fue construido en 1968, debido a la necesidad de expansión de la nueva y pujante Temuco, siendo bautizado posteriormente como Campos Deportivos en honor a sus orígenes. Como primer proyecto para la comunidad, se construyó la Escuela Campos Deportivos, la cual fue entregada el mismo año de fundación del sector.

Para mantener la relación con el deporte, en el nuevo barrio se incorporaron a su entorno un moderno y hermoso gimnasio, una cancha para practicar fútbol y una sede social que serviría como hogar al club deportivo del mismo nombre. Este proyecto urbano se hizo realidad alrededor de 1975, después de una exhaustiva lucha por parte de los vecinos, contra uno de los tantos proyectos que buscaban convertir dichos terrenos en campamentos. Aquellos hitos arquitectónicos se mantienen hasta nuestros días, resaltando la identidad de aquel sector, del cual sus habitantes se sienten orgullosos.

Hace unos pocos años, se reconstruyó por completo la Escuela Campos Deportivos, marcando el inicio de un ambicioso proyecto municipal que busca revitalizar  completamente aquella zona, construyendo un moderno estadio y remodelando el viejo y querido gimnasio, para convertir a Campos Deportivos en una futura ciudad deportiva, rodeada de hermosas casas y de una historia rica que se sigue escribiendo con letras doradas y brillantes. 



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